Una madre y una hija. Hace varias décadas, tuvieron que huir del totalitarismo con el resto de su familia. Desde entonces, su relación ha estado marcada por todo aquello que el exilio rompió para siempre. Con el paso de los años, ambas han rehecho su vida aunque en continentes distintos, siempre prisioneras de no ser de ningún lugar. Y la distancia, el escaso tiempo compartido y las distintas realidades en que viven han ido debilitando los vínculos entre ellas. Mientras la hija vuela por encima del océano para ver quizás por última vez a la madre ya mayor, revisa la existencia de una y otra buscando la comprensión. Y al llegar, le esperan todavía muchas sorpresas que demostrarán que el final de la vida puede ser el momento más intenso, profundo y bello que se puede vivir con una madre.



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