Estefanía, Joaquín
Es licenciado en Ciencias Económicas y en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha ejercido desde 1974 como periodista en distintos medios de comunicación. La mayor...
Alguien escribió una alegoría. En ella, la Gran Recesión dice a los perdedores: lamentamos sinceramente el destino que habéis tenido, pero las leyes de la economía son despiadadas y es preciso que os adaptéis a ellas reduciendo las protecciones. Si os queréis enriquecer debéis aceptar previamente una mayor precariedad.
Éste es un libro de economía política que polemiza con esa falsa salida a la crisis. Para conseguir el control social de la misma se ha instalado «la economía del miedo». Este que siempre ha sido un fiel aliado del poder adopta rostros inéditos: ya no se trata de los temores tradicionales, que siguen existiendo, sino del miedo al «otro», al que viene a disputar los pocos empleos, a la inseguridad económica, a una distribución de la riqueza cada vez más regresiva y, sobre todo, el miedo a que nuestros representantes, aquellos a los que hemos elegido para que nos a ayuden a resolver los problemas públicos, no puedan hacerlo porque las decisiones ya no se toman en los parlamentos, sino en otros territorios alejados, oscuros e impersonales. Se ha multiplicado el poder fáctico de los mercados. El dibujante El Roto lo ha resumido en una viñeta que decía: «Tuvimos que asustar a la población para tranquilizar a los mercados».
Los ciudadanos temen que sus hijos vayan a vivir peor que ellos. Y estos últimos opinan que el sistema que no les acoge con normalidad es fallido, corrupto, indiferente e irresponsable. Un siglo después, ha vuelto el debate sobre el equilibrio entre la democracia y el mercado.
Es licenciado en Ciencias Económicas y en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha ejercido desde 1974 como periodista en distintos medios de comunicación. La mayor...