«¡Ah, el horror! ¡El horror!» son las últimas palabras que el agente comercial Kurtz pronuncia poco antes de morir. Marlow, tiempo después, obligado junto con el resto de la tripulación del Nellie a esperar el reflujo de la marea en el Támesis, recuerda estas palabras y los días en que su misión para una compañía comercial consistió en remontar el río a la búsqueda del antiguo director de la Estación Central, Kurtz.
Marlow, en su viaje, asiste con perplejidad, repugnancia y ocasional indiferencia a escenas que muestran la naturaleza de la presencia del hombre blanco en el África negra.
Novelista británico de origen polaco nacido en 1857 y considerado uno de los más importantes autores modernos. Hijo de un noble polaco, quedó huérfano a los once años y, desde...
Ángel Mateo Charris (Cartagena, 1962), más conocido como Charris, es un pintor español de tendencia neometafísica. En 1989 fue premiado en el Certamen Nacional de Jóvenes Fotógrafos del Instituto de...