Llegué a ti tarde.

En los años de juventud

mis amigos te portaban

a sol y a sombra

pero no estaba a punto

para entrar en tu casa

ni recibirte en mi yermo.

Necesitaba años

de extravíos

encuentros que me alentaran

lecturas que me llevaran de la mano. […]

Así describe el poeta venezolano Rafael Cadenas (1930) el modo vacilante con que llegó al principio a la obra de Rainer Maria Rilke, protagonista absoluto de este libro que es a la vez homenaje, lectura crítica y testimonio de una afinidad electiva –y espiritual– que se ha prolongado durante décadas. La escritura de Cadenas, siempre intensa y austera, se afila todavía más en los poemas que articulan este diálogo conmovedor y lleno de fuerza con el autor de Elegías de Duino, uno de los poetas centrales del siglo xx.




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