Existen en las letras y las artes de Occidente algunos temas y motivos que sorprenden por la frecuencia de su aparición y por su persistencia a lo largo de los tiempos. Habría que decir, sin embargo, que sorprenden ante todo por su intensidad y por su fuerza simbólica, hasta el punto de que surgen en los contextos literarios y artísticos más diversos, sin excluir el arte y la literatura de las vanguardias.

Uno de esos motivos es el vaso de agua, que desde Velázquez y Chardin hasta Iran do Espírito Santo o el fotógrafo Josef Sudek, pasando por Zurbarán, Juan Gris o Luis Fernández -y desde Wallace Stevens, Jorge Guillén o Francis Ponge hasta generaciones más jóvenes de poetas europeos y americanos-, han visto en la imagen del vaso de agua todo un cúmulo de valores y resonancias espirituales, intelectuales y sensibles. Este ensayo de Andrés Sánchez Robayna explora ese motivo y nos hace ver su significación, su diversidad y su profundidad como imagen.




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